PROBIÓTICOS, PREBIÓTICOS Y OTROS BIÓTICOS: UNA BREVE INTRODUCCIÓN

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En los últimos años están cogiendo mucha fama, pero ¿sabemos qué son y cual es su utilidad? Y más importante aún, ¿sabemos como utilizarlos de forma correcta?

Seguro que la palabra probiótico, prebiótico o simbiótico te suenan, ya sea de escucharlas en algún anuncio de televisión, porque alguien te las ha mencionado o de leerlas en alguna revista, y es que últimamente están cogiendo mucha fama, pero ¿sabemos qué son y cual es su utilidad? Y más importante aún, ¿sabemos como utilizarlos de forma correcta? ¡Vamos a verlo!

El sufijo “-bióticos” se emplea para hacer referencia a diversas estrategias nutricionales que pueden utilizarse para dirigir la microbiota hacia un estado más favorable para la salud del huésped. El término “biótico” deriva de la palabra griega biōtikós, que significa “perteneciente a la vida”.

Probióticos

La OMS (organización mundial de la salud) define a los probióticos como: “Un probiótico es un microorganismo vivo que, cuando se administra en cantidad adecuadas confiere un beneficio a la salud del consumidor

Como vimos en el artículo sobre la microbiota, nuestro intestino alberga millones de microbios y la mayoría son bacterias. Cada microbio se compone de diferentes géneros microbianos, y cada género microbiano se compone de diferentes especies y cepas. Estas diferentes cepas son las que nos interesan como probióticos. Las más usadas son las cepas de los géneros bacterianos lactobacilos y bifidobacterias, esto se debe a que de todos los géneros que nos colonizan han demostrado ser inocuos en cualquier circunstancia y no incluyen estirpes patógenas.

Como puede ser que ya te haya liado con tanta cepa, género y especie, te dejo un ejemplo para que lo veas más claro.

GÉNEROESPECIECEPA
BifidobacteriumanimalisDN-173 010

Requisitos que deben cumplir las cepas probióticas

Extraída de Probióticos: conceptos generales. Legislación. J.M. Rodríguez, G. Álvarez Calatayud

Como podemos ver, es importante que lleguen intactos al lugar donde queremos que actúen, si queremos que lleguen al colon deben resistir a secreciones como la saliva, el ácido gástrico, la bilis, las enzimas pancreáticas, etc. Esto se consigue con una conservación adecuada del producto, una posología correcta expresada en unidades formadoras de colonias (UFC) que depende de la cepa utilizada, puede ir desde 1 a 10 mil millones de UFC por dosis.

Además, las cepas de probióticos se identifican según su género, especie, subespecie (si la tiene) y una designación alfanumérica que identifique una determinada cepa.  Os dejo el ejemplo anterior ampliado, aún así quedaros con los datos del primer ejemplo que con eso ya vamos bien para identificar un probiótico:

GÉNEROBifidobacterium
ESPECIEanimalis
SUBESPECIESlactis
CEPADN-173 010
DEPOSITARIO DE CEPAS INTERNACIONALCNCM I-2494
SOBRENOMBRE DE CEPASBifidus regularis
NOMBRE DEL PRODUCTOActivia yogur

Lo más importante será que aparezca indicada la cepa utilizada, ya que en los ensayos clínicos donde se estudian sus beneficios, son específicos de cepas determinadas no del género y la especie completa. Aunque hay cepas de distintas especies que comparten beneficios.

Información que debe aparecer en el etiquetado de un probiótico según la WGO

Identificación de género y especie, con nomenclatura congruente con los nombres científicos reconocidos actualmente.
Designación de cepa.
Recuento de organismos viables de cada cepa al final de la vida útil.
Condiciones de almacenamiento recomendadas.
Inocuidad bajo las condiciones de uso recomendadas.
La dosis recomendada, que debería basarse en la inducción del efecto fisiológico declarado.
Una descripción exacta del efecto fisiológico, en la medida de lo permitido por la ley.
Información de contacto para vigilancia luego del lanzamiento comercial.

Es muy importante que tengamos en cuenta que los beneficios descritos para un producto en una patología concreta se atribuyen a esa cepa específica, en esa dosis, duración de tratamiento, condiciones de empleo y población específica, y no se pueden extrapolar a otros organismos de la misma especie (recuerda que lo importante es la cepa no la especie, la cual contiene muchas cepas) ni a otras indicaciones. Tenemos que saber para que los queremos, y ver si las características del producto son las correctas.

No es lo mismo buscar un probiótico para mejorar una diarrea asociada a antibióticos que para la colitis ulcerosa. Hay que tener cuidado, aunque es raro que se den efectos adversos, los puede haber, sobre todo en personas inmunodeprimidas.

Prebióticos

En 1995, Gibson y Roberfroid definieron por primera vez los compuestos prebióticos como ingredientes alimentarios no digeribles que afectan de manera beneficiosa a la salud humana estimulando el crecimiento y/o actividad de uno o un número limitado de especies bacterianas en el colon.

Aunque hay distintos compuestos en el mercado internacional descritos como prebióticos, existe un número reducido de ellos que han sido evaluados en estudios de intervención en humanos. Estos son la inulina, las oligofructosas (también denominados fructooligosacáridos o fructanos, (FOS)), el disacárido lactulosa y los galactooligosacáridos (GOS).

Algunos científicos prefieren referirse a los prebióticos como: “carbohidratos accesibles a la microbiota”.

¿Dónde los encontramos y como actúan?

De forma normal los encontramos en alimentos como la cebolla, ajo, legumbres, cereales integrales, tubérculos y en la mayoría de verduras y frutas. Podemos decir que la mayoría de los alimentos ricos en FODMAPs, son ricos en prebióticos. Hablaremos de los FODMAPs con detalle en otro artículo.

Estos prebióticos, al igual que pasaba con los probióticos, deben resistir las condiciones del tubo digestivo hasta llegar al colon, que es donde fermentan aportando los beneficios. Esta fermentación produce diferentes compuestos beneficiosos, como los AGCC mencionados anteriormente, en concreto los principales AGCC producidos son el butirato, el propionato y el acetato. Durante la fermentación también se generan lactato y gases, que en exceso pueden provocar flatulencias e hinchazón.

Beneficios de la fermentación bacteriana
Aumento de la cantidad de bifidobacterias en el colon.
Aumento de la absorción de calcio.
Aumento del peso de las heces.
Acorta el tiempo de tránsito gastrointestinal.
Posible efecto hipolipemiante.

Para que os quedéis con la idea principal de los conceptos que hemos visto, los probióticos son los microbios que nos habitan y los prebióticos serían su alimento, por eso un consumo frecuente de alimentos ricos en prebióticos nos hará tener unos microbios más nutridos con todos los beneficios que esto conlleva.

Otros bióticos

Simbióticos

Se denomina así a la mezcla de al menos uno o más organismos probióticos con al menos uno o varios compuestos prebióticos. Ya que todos los microbios probióticos no se alimentan de las mismos prebióticos, normalmente estos compuestos llevan una cepa o cepas concretas con el prebiótico que mejor metabolizan.

Paraprobióticos y postbióticos

Los paraprobióticos son también conocidos como “probióticos inactivados”, “probióticos no viables” o “probióticos fantasma”. se definen como células microbianas inactivas (no viables) o fracciones celulares que, cuando se administran en cantidades adecuadas, confieren un beneficio al consumidor. Podemos decir que son restos de probióticos, que han perdido su viabilidad después de un proceso de cambios estructurales y metabólicos.

Los postbióticos son productos o subproductos metabólicos secretados por los microorganismos que confieren algún beneficios fisiológico al huésped. Unos de estos postbióticos serían los AGCC, de los que ya hemos hablado, enzimas, péptidos, ácidos teicoicos, péptidos derivados del peptidoglucano, endopolisacáridos y exopolisacáridos, proteínas de la superficie celular, vitaminas y ácidos orgánicos

Todo esto es parte de una ciencia muy nueva en la que se esperan bastantes avances en los próximos años, queda mucho por descubrir sobre los microorganismos que nos habitan, y como nos facilitarán la comprensión y el apoyo en el tratamiento y la prevención de muchas patologías.

BIBLIOGRAFÍA

 📄 Eckburg PB, Bik EM, Bernstein CN, et al. Diversity of the human intestinal microbial flora. Science. 2005;308(5728):1635-1638. doi:10.1126/science.1110591

 📄 O’Hara AM, Shanahan F. The gut flora as a forgotten organ. EMBO Rep. 2006;7(7):688-693. doi:10.1038/sj.embor.7400731

 📄 M.E. Icaza-Chávez. Microbiota intestinal en la salud y la enfermedad, Revista de Gastroenterología de México, Volume 78, Issue 4, 2013, Pages 240-248, ISSN 0375-0906, https://doi.org/10.1016/j.rgmx.2013.04.004.

 📄 Sonnenburg ED, Smits SA, Tikhonov M, Higginbottom SK, Wingreen NS, Sonnenburg JL. Diet-induced extinctions in the gut microbiota compound over generations. Nature. 2016;529(7585):212-215. doi:10.1038/nature16504

 📄 Heiman ML, Greenway FL. Un microbioma gastrointestinal saludable depende de la diversidad dietética. Mol Metab . 2016; 5 (5): 317-320. Publicado el 5 de marzo de 2016 doi: 10.1016 / j.molmet.2016.02.005

 📄 Guía mundial de la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO), PROBIÓTICOS Y PREBIÓTICOS, 2017.

 📄 Gagliardi A, Totino V, Cacciotti F, Iebba V, Neroni B, Bonfiglio G, Trancassini M, Passariello C, Pantanella F, Schippa S. Rebuilding the Gut Microbiota Ecosystem. International Journal of Environmental Research and Public Health. 2018; 15(8):1679. https://doi.org/10.3390/ijerph15081679

 📄 Guía de actuación y documento de consenso sobre el manejo de preparados con probióticos y/o prebióticos en la farmacia comunitaria SEFAC y SEPyP, 2018.

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Soy un amante de la ciencia, pero sobre todo de aquella relacionada con la nutrición clínica, fisiología y suplementación.

🧠Dietista.
🧬Estudiante de Laboratorio clínico y biomédico.

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2 years ago

[…] En el ecosistema del intestino humano predominan dos divisiones bacterianas: Bacteroidetes y Firmicutes, que representan más del 90% de los microbios. El resto son Actinobacteria, Proteobacteria, Verrucomicrobia y Fusobacteria. Dentro de estos grupos bacterianos existen diferentes cepas utilizadas en los probióticos, como comento en este artículo. […]

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